Aprovecha sus etapas del ciclo vital: Los niños son inteligentes desde su nacimiento, por lo que es esencial
normalizar la historia de su origen desde que están en el vientre. Aprovecha los momentos de conexión
emocional cuando veas a la G.S y exprésale a tu bebé (aún en gestación) lo mucho que los deseas y esperas.
Cuando nazca, busca momentos de apego y cuéntale sobre la decisión de traerle al mundo, lo que sentiste
durante el proceso y cómo lo esperabas. Esto te ayudará a hablar de manera abierta, transparente y con las
palabras adecuadas. Entre los 3 y 5 años, es probable que nuevamente se pregunte cosas sobre su origen y
la composición de su familia, asegúrate de tener las herramientas para responder de forma honesta y
adecuada a su edad, sin ocultar información ni mentirles, para no afectar su desarrollo emocional y
cognitivo. Alrededor de los 10 años, empiezan a aprender sobre la reproducción en el colegio y es posible
que tengan más preguntas sobre su historia. En ese momento, puedes explicarles este proceso de forma
más detallada y hablarles de las diversas técnicas para formar una familia.
No es recomendable esperar hasta la adolescencia para contarles su historia, ya que, aunque pueden
comprender mejor, en esta etapa son más propensos a sufrir crisis de identidad o desarrollar sentimientos
negativos hacia su historia o sus padres, lo que podría afectar la dinámica familiar.